¡Campana y se acabó! -delatando mi edad, quien no conozca «Un, dos, tres» no lo entenderá.
El penúltimo post enmendaba la plana al antepenúltimo, y de un máximo de 50 posts para terminar esta aventura pasé a hablar de «pocos». Y resulta que éste es el último post, y ni siquiera tiene audio.
La falta de temas y la fidelidad a mis decisiones (lo único a lo que puedo ser fiel), acaban con esta aventura, casi un año después de comenzarla.
Dos grandes confirmaciones: soy un manta (sólo hay que ver la evolución de la calidad del sonido) y debo de tener imán para la gente genial. Gracias de nuevo a Ainhoa y a Víctor. Quién sabe si esto pueda inducirles a podcastear de nuevo por su cuenta, ojalá.
Si no hubiera hecho caso omiso de la máxima «Calla si lo que vayas a decir no mejora el silencio», no habría aprendido ni disfrutado, pero viendo la calidad y calidez que hay en el mundo del podcasting, creo que lo mejor es cerrar el pico.
Feliz Navidad. Perdón por las toses a partir del minuto 18.
Errata: donde digo «100 millones de pesetas» debería haber dicho «100 millones de euros».
No enlazo los artículos de El País que comento en el podcast porque creo recordar que no les gusta y podrían perseguirme por ello en este país que niega el derecho de cita (España, siglo XXI).
¿Alguien me llevaría cultura del momento a la cárcel?Presupongo que España seguiría siendo una democracia formal y que el resto de necesidades vitales, salvo la de libertad, me las garantizaria el estado…
Este podcast está derivando bien en una especie de radio a la carta, bien en una tertulia aperiódica pero -al menos para mí- siempre interesante.
Hoy hemos tenido Ainhoa Ezeiza y yo el placer de ser recibidos por Víctor M. Vitoria a.k.a. Profesor Jano en su despacho en el colegio de los Marianistas de San Sebastián, y los tres hemos mantenido, entre otras, esta amigable charla-merienda-podcast-…-exorcismo 😀
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